En la esquinita te espero

En la esquinita te espero, un bar que fue y sigue siendo todo un referente en Huelva.

Este bar de la capital onubense fue fundado por Juan Redondo en 1934 y ha dejado huella ya en varias generaciones de Huelva.

Ubicado en la esquina entre las calles Béjar y Gravina, pronto se convirtió en referente del buen hacer y del buen comer. 

Un pequeño local donde se podían comprar para llevar o para tomar allí los mejores chocos y pescaítos fritos de Huelva. El restaurante de Juanito Redondo se convirtió en lugar de visita obligada para todo aquel que quería degustar los más típicos platos de nuestra tierra. Fritos, plancha y otras variedades de cocina hicieron que «En la esquinita te espero» fuera el más frecuentado de Huelva durante muchos años. 

En la actualidad este negocio lo regenta el nieto del fundador, Juan Ramón Infante Redondo, y aunque no está situado en el mismo lugar que la antigua «En la esquinita te espero» , también se encuentra en una esquina. Concretamente entre la Avd. de Italia y la Avd. de Portugal. Así que se puede seguir diciendo eso de «En la esquinita te espero» , al igual que lo hacían antiguamente los amigos para quedar y tomar una cerveza acompañada de un buen plato de chocos fritos. Junto con Juan Ramón está su nieto Iván, que estamos seguros que seguirá manteniendo la tradición familiar. 

Hoy hablamos con su dueño, Juan Ramón Infante Redondo , que nos va a contar cosas de aquel bar de Huelva y de las tradiciones que sigue conservando. 

Juan Ramón, ¿qué recuerdos tienes del bar de tu abuelo?

Pues recuerdo que tenía un comedor pequeño y una barra muy grande en forma de «U». El ambiente grande se formaba al mediodía alrededor de aquella barra. 

Había mucho comerciante que venían a hacer negocios en Huelva, la gente que venía a hacer las compras al mercado… Pero sobre todo recuerdo el ruido que da una clientela de bar y el olor a fritura limpia, un olor que se me quedó grabado.

¿Se siente mucha responsabilidad al seguir con el legado de un sitio como "En la esquinita te espero"?

La responsabilidad la tengo en el cliente, no en el nombre y, para mí, forma parte de lo mismo. Entiendo que si yo soy respetuoso con el cliente soy respetuoso con el nombre. Al decir respetuoso con el cliente, quiero decir ser honrado a la hora de darle de comer. 

¿Mantenéis la tradición de cocinar los productos de Huelva como lo hacía tu abuelo?

Si, adaptado a las técnicas más modernas que hay ahora, pero sigo con esa tradición. Intento comprar el choco que se ha comprado toda la vida en Huelva y trabajarlo yo. Lo compro limpio pero entero y el corte del choco se lo doy yo. Es un choco de un peso determinado y, sobre todo, es fundamental el origen del mismo. 

¿Qué recomendarías tomar a alguien que viene por primera vez a tu bar?

Pues sin lugar a dudas chocos fritos o pavía de bacalao. Es lo que más va a llamar la atención por todo lo que hemos hablado antes, la fritura limpia, que es nuestra seña de identidad. Ya luego pueden probar otros platos, ¡no van a comer todos los días lo mismo! Pero yo conquistaría a un cliente así. 

Te resultará difícil elegir, pero, ¿cuál es la tapa favorita de tu restaurante

Pues las mismas: chocos y pavías de bacalao. Todos nuestros platos están muy buenos porque los cocinamos con cariño y esmero, pero yo quiero que me identifiquen por ésos. Digamos que son las tapas estrellas de nuestro restaurante. 

¿Para ti cual sería el menú ideal con los mejores productos de Huelva?

Yo me tomaría unas gambas, después unas coquinas o chirlas, unos chocos fritos y algún pescado fresco de nuestra costa.  Un lenguado, corvina a la plancha o las acedías que me encantan y que como las que tenemos en Huelva no hay ninguna, o una carne ibérica. 

Todo tiene que ser muy simple, pero muy bueno.  Todos los productos tienen que ser de primera calidad. 

¿Serías capaz de elegir uno de entre los maravillosos productos de Huelva?

Si hubiera que elegir uno que tuviera que comer todos los días, me quedaría, sin lugar a dudas, con el jamón. No me cansaría de comer jamón nunca. Por supuesto ocurre como con todos los productos: tiene que ser de calidad. Un producto que cuando lo comas pienses: «esto es jamón».

Durante toda la entrevista hemos estado viendo pasar platos de chocos y pescaítos fritos, guisos y otras exquisiteces que ofrecen en este bar de Huelva. Se nos ha hecho la boca agua y nos hemos quedado con aquello que hablábamos al principio: «el olor a fritura limpia y al ruido de la clientela de un bar». 

¡¡¡No dudéis en hacer una visita a este emblemático bar de la capital, os aseguramos que volveréis!!!

Terminamos nuestra charla con Juan Ramón, agradeciéndole que nos contara todos esos recuerdos,  que nos llevan a imaginar la Huelva de antes. Esa Huelva que seguro que todavía sigue viva en el corazón de muchos onubenses. 

Ha sido un placer charlar contigo y te aseguramos  que volveremos a tomar unos deliciosos chocos fritos o unos pavías de bacalao. Nos despedimos de Juan Ramón y sonriendo nos dice:  «En la esquinita te espero»

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