Ángel Poli: «No hago poesía para vivir de ella, sino para vivir por ella».

Ángel Poli: "No escribo poesía para vivir de ella, sino para vivir por ella"
Entrevistamos al poeta onubense Ángel Poli, ganador de varios premios a lo largo de la geografía española
Ángel concibe la poesía como una comunicación que va más allá de lo racional, como conocimiento universal y como autoconocimiento; como una verdad nacida de una ficción -o una ficción nacida de una verdad-, la cual no puede ocultar ser una proyección de su potencia, un múltiplo de mucha más realidad.
Descubre a este genial poeta con treinta años de trayectoria a sus espaldas.
Ángel, ¿cuándo te llegó la pasión por la escritura?
Comencé a escribir en la adolescencia, cuando tenía unos 16 años. Me gustaba mucho el fandango, por lo que me centré en esos versos, que más tarde aprendí que se llamaban quintillas, para hacer mis primeros poemas.
A esa temprana edad comienzan los primeros amores, por lo que el amor se convirtió en mi temática principal.
La poesía se convirtió en mi forma de escapar de la difícil situación familiar que sufríamos en casa y hubo dos libros que aparecieron y se convirtieron en mi redención: Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez, y las Rimas de Bécquer.
A la edad de 24 años comenzaron a salir los primeros borradores de lo que posteriormente sería mi primer poemario publicado: Por el espacio Amada.

¿Cómo conseguiste que se publicaran tus poemarios en un momento en el que era tan difícil publicar?

Básicamente a través de los concursos de poesía. Mi primer poemario publicado, «Por el espacio amada», fue gracias a Rafael Delgado, quien estaba en el jurado de un concurso en el que quedé accésit. Él fue un gran defensor de mi obra y posteriormente impulsó la publicación del mismo.
Más tarde quedé finalista o accésit en varios concursos y, por ende, publicaban mis poemarios. En Loja, por ejemplo, gané el Premio Internacional de Poesía de Loja y de ahí también salió otra publicación, en este caso, en conjunto con otros poetas.
Te gusta la poesía erótica, ¿no es así?
Como te comenté anteriormente yo comencé a hacer poesía acerca del amor, pero a partir del poemario «Estrías de Luz» fue cuando comencé a profundizar en otras temáticas.
Una de ellas fue la temática erótica, pues tenía la suerte de que me salía bastante bien. De hecho, concursé en el Premio de Poesía Erótica de Gijón de 2008, en el que quedé accésit en mi primer año y, curiosamente, al año siguiente lo gané. Posteriormente lo he ganado en otras dos ocasiones: 2013 y 2019 (en esta edición ya abierto a temática libre).

¿Se puede vivir de la poesía?

En absoluto. De hecho te diría que ni los grandes de la poesía son capaces de vivir de ella en España.
Hay una realidad, y es que existen premios muy suculentos que permiten entrevivir de la poesía. Por ejemplo, el ganador del Premio Leonor de Poesía -premio en el cual he sido finalista- se lleva 10.000 euros, mientras que el ganador del Premio Loewe se lleva 25.000. Son premios muy grandes donde hay candidatos, no sólo de España, sino incluso de Latinoamérica.
No escribo poesía para vivir de ella, sino para vivir por ella. Ella me permite vivir a nivel espiritual, emocional, catártico… La poesía me equilibra mucho.
En mi libro La uva de cristal, por ejemplo, hablo de la historia de mi padre y de la turbulencia que vivimos en casa. Cuento en él cómo la poesía se convierte en mi salvación y el proceso de degradación de mi padre, hasta el hospital y, posteriormente, la muerte. También aparece un proceso de reconciliación con él y un perdón que queda flotando en el libro.
¿Tienes algún libro propio que te haya marcado especialmente?
Es complicado que uno de tus libros se convierta en tu preferido. No obstante, hay un poemario inédito el cual considero que es lo mejor que he hecho hasta ahora.
Digo esto porque creo que ahí evoluciono hacia una poesía más reflexiva, más testamentaria y madura, propiciada por la edad. En mis otras poesías tendía más hacia la síntesis y a una poesía con arista, en la forma de acabar un verso, mientras que ahora considero que he evolucionado. Por ello creo que es mi mejor libro hasta el momento.
Tu último poemario se llama "De ajedrez la vida", ¿qué puedes comentarnos acerca de él?
«De ajedrez la vida» puede representar el culmen de la etapa que dejo. Este libro se excusa en el ajedrez para tratar todas las temáticas importantes de la vida: el amor, la amistad, la maldad, la bondad, la metafísica…
Hay también en este poemario muchas situaciones filosóficas. Por ejemplo, en el ajedrez hay que dominar el centro de la partida, tanto para el ataque como para la defensa. A nivel personal, podemos trasladarlo a ese momento en que la gente no se concentra y va dispersa, como por ejemplo con las redes sociales, que nos aturden y no nos dejan concentrarnos en lo importante.
Hablo por ejemplo de la muerte en carretera, la cual es similar al mate ciego en el ajedrez. El mate ciego es ese jaque en el que el jugador no ha analizado por completo la jugada y no se ha dado cuenta de que no sólo es un jaque, sino que es un jaque mate. Parece por tanto que la vida fuera a seguir, cuando en realidad es un punto y final.
También se habla en el poemario acerca de la violencia de género, haciendo un paralelismo con la liberación de espacios del ajedrez y es que el ajedrez no deja de ser una simulación de la propia vida.

Por último, ¿dónde pueden los lectores encontrar tus libros?
Aquí en Huelva habría que ir a la librería «La Dama Culta», quien puede ponerse en contacto con cualquiera de las editoriales que me han publicado – Niebla, Versátiles, Apuleyo…-.
Aun así, va a ser complicado encontrar los primeros libros publicados, de ahí que en 2021 se publique, con bastante seguridad, mi antología poética, la cual permitirá reavivar esos poemas que han quedado atrás y servirán como conmemoración a esos 30 años de trayectoria.
Será la Editorial Versátiles quien publique esta antología, aunque todavía no hay fecha fijada.