Jesús Ricca Molins: ”Cien años no se cumplen todos los días”.

Ricca Molins, comisario de la exposición 100 años de Bellas Artes en el Museo de Huelva.
Nos tomamos un café con Jesús Ricca, fotógrafo, creativo gráfico, diseñador freelance y gran estudioso de la historia del arte de Huelva.
Hablar con Jesús es pasear por la historia del arte de Huelva. Ricca Molins es un onubense graduado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla y con un máster en Diseño Gráfico y Creatividad Multimedia por la Escuela de Diseño CEADE Leonardo Da Vinci de Sevilla. Actualmente estudia máster en Dirección y Gestión de Museos en la Educa Business School.
En los años en los que desarrolla sus estudios descubre su amor por la fotografía, perfeccionando esa afición y convirtiéndola en su pasión, además de practicar un interés constante por el mundo artístico y cultural.
En la actualidad alterna trabajos de fotógrafo, creativo gráfico y diseñador freelance, planificando trabajos editoriales, con las de gestor de proyectos culturales y artísticos.
Por su carácter inquieto e inconformista, Ricca Molins desarrolla un amplio abanico de trabajos, vinculados al arte, la creatividad y la cultura. Sus conocimientos del tema le han permitido comenzar a desarrollar una carrera como comisario de exposiciones, ¿te apetece descubrir a este experto en la cultura de Huelva?
Jesús, ¿cómo surge la idea de comisariar una exposición?
El amor por el arte y la creatividad me ha dado la posibilidad a lo largo de mi breve carrera profesional de poder empaparme de la vida de muchos artistas, diferentes exposiciones y especializarme en la gestión cultural.
De ahí que en el año 2020 llegara a comisariar la exposición de la Diputación de Huelva “Sebastián Santos, creador de imágenes”, conjuntamente con Rocío Calvo. Se trató de un proyecto muy interesante y ambicioso, pues era la ocasión perfecta para que Huelva saldara la deuda pendiente que tenía con uno de sus hijos más representativos, que permitiera reconocer el trabajo de un imaginero tan importante como Sebastián Santos Rojas.

La exposición demostró estar a la altura de las mejores de España. El repertorio de piezas exhibidas, el montaje, el recorrido y el catalogo presentaron una gran calidad. Además, la Diputación nos dio carta blanca, por lo que, pudimos crear una muestra de gran nivel.
Para quien no conozca mucho del ámbito de las exposiciones, ¿qué labores realiza un comisario de exposiciones?

El comisario es la figura sobre la que recae toda la responsabilidad de una exposición. Es la persona que debe crear un discurso completo, educativo, gráfico, visual y, sobre todo, contundente e informativo, del objeto sobre el que trabaja la exposición.
El comisario debe además tener constante comunicación con los montadores de la exposición para guiar e indicar dónde y cómo deben montarse los cuadros; debe de comunicarse con un diseñador gráfico para que el diseño y la imagen que se genera concuerden con el objetivo de la exposición; con fotógrafos, redactores de textos para el catálogo y un amplio etcétera que permita crear un todo que concuerde y sea atractivo. En mi caso, dada mi formación y trabajo, tengo la capacidad de abarcar diversas funciones además de las de comisariado como tal.
Actualmente eres comisario de la exposición “100 años de bellas artes en el Museo de Huelva, 1921-2021”, ¿qué puedes contarnos sobre ella?
Cien años después de su inauguración, el Museo de Huelva conmemora esta efeméride a través de una programación que incluye charlas, conferencias, visitas guiadas y arte en vivo. Además, presenta una exposición central, con obras de artistas onubenses como Pedro Gómez y Gómez, José Martín Estévez, Ramón Pontones Hidalgo, Rafael Cortés Moreno, Antonio Brunt Rodriguez, José Dabrio Pérez o Sebastián García Vázquez, entre otros. Todos ellos han sido pilares de la tradición pictórica de Huelva a comienzos del siglo XX, además de pertenecer a la Escuela de Pintura Oficial.

Las piezas exhibidas pertenecen al legado heredado por el primitivo Museo de Bellas Artes onubense, además de contar con algunas piezas provenientes de organismos oficiales de la capital, como el Ayuntamiento de Huelva o la Diputación Provincial, además de colecciones privadas.
La inauguración tuvo lugar en el Museo de Huelva, el día 25 de mayo y permanecerá abierta al público hasta el 10 de octubre de 2021.
¿Cómo surge la idea de que tú seas el comisario de la exposición?

Cien años no se cumplen todos los días, por lo que cuando Elena Aguilera, directora del Museo de Huelva, contactó conmigo para desarrollar la propuesta del Centenario acepté inmediatamente.
Por mi trabajo tengo conocimiento de las obras se encuentran en el Museo, tanto expuestas como en el archivo, en la Diputación de Huelva, en el Ayuntamiento, o incluso en colecciones privadas. Años de estudio de diferentes artistas y obras me han permitido conocer y crear un discurso adaptado para esta exposición.
Por ello, dentro del discurso que ofrece esta exposición, hemos decidido mostrar la historia del propio museo y de la academia de pintura de Huelva, desde la época dorada del arte en Huelva (década de los años 20 del siglo pasado), pasando por las diferentes corrientes artísticas que se han ido sucediendo.
Hablas de época dorada del arte en Huelva para referirte a la década en que se inaugura la institución, ¿a qué se debe?
Partimos de la idea de que Huelva fue siempre un pueblo marinero. A finales del siglo XIX llegan empresarios ingleses, alemanes y franceses a la ciudad que establecen su forma de vida y su lenguaje. Eso provoca un cambio en la sociedad, pues los intelectuales no tienen por qué marcharse de la ciudad para desarrollar sus inquietudes, sino que encuentran un grupo de coetáneos con un interés por el arte, la pintura y la literatura.

Alrededor de 1878 aparecen en Huelva escuelas y centros similares al del resto de capitales españolas, como la Escuela de Artes y Oficios, en la que se educaba en el dibujo o la ilustración. Poco a poco va evolucionando un interés por la pintura y, en menor grado, a la escultura.
Llega a Huelva Antonio de la Torre y en 1905 consigue que el Ayuntamiento cree la Escuela de Pintura. Él trabaja como director de dicha escuela hasta que en 1914 le releva Eugenio Hermoso, buen amigo de Juan Ramón Jiménez, Antonio de Mora Claros, Manuel Siurot o Diego Calle.
Eugenio cambia el modus operandi de la escuela de pintura, especializada en paisajes, y adoctrina a los jóvenes en el retrato, creando ejemplos como el la obra de José Martín Estévez que tomamos para ilustrar la imagen gráfica de esta exposición.
Todos esos antecedentes, junto a la llegada de José Fernández Alvarado en 1919, permiten aunar en un mismo edificio el Museo de Bellas Artes de Huelva y la Escuela de Pintura, cambiando el concepto del arte en Huelva y elevándolo al nivel del resto de España.
¿Cómo es ese primer museo de Huelva? ¿Con qué características cuenta?
Huelva se queda al margen de la recaudación de piezas por las desamortizaciones. Cádiz, Sevilla, o Malaga se quedan con una gran mayoría de piezas que forman parte de su colección actual. La colección de ese primer museo de Huelva estaría formada por donaciones propias de grandes empresarios de la ciudad, junto con obras de la propia Escuela de Pintura de la ciudad. Se encontraba, por cierto, en la antigua calle Castelar, lo que hoy conocemos por calle Rico.
¿Y cómo ves la sociedad cultural en Huelva en la actualidad?

Si 1921 fue el año en que se resaltó el arte y el interés por la cultura de Huelva y para Huelva, el año 2021 puede ser un año de inflexión para la cultura en la ciudad y a provincia. Se ha triplicado en los últimos años el número de escritores, fotógrafos, pintores…
Esa marca “Made in Huelva” está tomando forma y están surgiendo y resurgiendo una serie de artistas como Martín Lagares, Pedro Rodríguez, Nieves González, Carlos Dovao, Diego Cerero o Jose Manuel López Vidal a quienes llaman ya desde fuera de la ciudad para presentar sus obras y participar en exposiciones de alta repercusión.
Echo en falta, eso sí, espacios culturales y de exposición. Lugares donde la ciudadanía pueda contemplar la obra de sus artistas, pero también donde los propios artistas puedan congregarse para crear y desarrollar sus ideas en un ambiente común.
Las entidades, tanto públicas como privadas, deben seguir apostando fuerte por la cultura, apoyando y elevando a Huelva y sus creadores al puesto que se merecen.
Nos despedimos de Ricca Molins, no sin antes agradecerle esta clase de historia del arte que nos ha brindado mientras disfrutamos de un buen café. Da gusto hablar con personas tan conocedoras de la cultura y del arte de Huelva.
Tampoco podemos dejar pasar la ocasión para recomendaros visitar la exposición «100 años de Bellas Artes en el Museo de Huelva» y así conocer más acerca de la historia del arte en nuestra provincia.