Sanlúcar de Guadiana es un pueblo muy pequeñito, pero bastante pintoresco. Su origen se data de mediados del siglo XIII, cuando Sancho II de Portugal conquistó a los musulmanes este enclave y construyó su fortaleza. Siendo tierras de realengo, éstas pasaron al Señor de Gibraleón y, más tarde, ya en manos de los Pérez de Guzmán, se le concede el título de villa.
A lo largo de la historia, Sanlúcar se ha convertido en un bastión defensivo y ofensivo del ejército español, en sus continuas guerras contra el ejército portugués. Asimismo, ha sufrido incontables inundaciones, dada la proximidad del río Guadiana. La inundación más devastadora data del año 1823, cuando la mitad de las casas de la villa quedaron destruidas.
No obstante, su situación junto al Guadiana también le ha otorgado un privilegio: ser lugar de paso de rutas comerciales. Por ello, desde el siglo XIX, Sanlúcar de Guadiana se convierte en un centro de exportación de materiales.